jueves, 1 de noviembre de 2012

Todos los caminos están cerrados (Capítulo 4)

Contenidos del cuarto programa de Todos los caminos están cerrados:

Visita a la ciudad de Hebrón. Reunión con Walid, del Comité de Rehabilitación de Hebrón. Visita a la Mezquita de Ibrahim. Controles militares en el núcleo urbano. Vista panorámica. Paseo por calles de la ciudad vieja. La música del conflicto: la fábrica de kufiyas.



La calle está cortada. No puedes salir de allí salvo por una ratonera de vallas, puertas giratorias y escáneres de metales. Uno por uno. Como presos en la cárcel. Al salir de la ratonera: un soldado armado. (Fotografía: Carlos Pérez Cruz)
Es Walid, relaciones públicas del Comité de Rehabilitación de Hebrón, una entidad que recibe el soporte, entre otros, del Gobierno Español a través de Cooperación Española. Una de tantas incongruencias y paradojas de la política europea respecto a Palestina. (Fotografía: Carlos Pérez Cruz)
Entre tus ojos y la luz, una valla. En ella se acumulan todo tipo de desechos. ¿Por qué han vallado el cielo?, te preguntas. Está vallado porque encima de esas tiendas, de esas bajeras comerciales, quien más te odia ha ocupado las viviendas superiores y ha expulsado a tus vecinos. La verja te separa de su ira... y su mierda... (Fotografía: Carlos Pérez Cruz)
Desde nuestra posición podemos ver cómo un militar camina por otra azotea y con su arma, nada ligera, se asoma en ocasiones a echar un vistazo (Fotografía: Bárbara Gras)

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